En 2018, la investigadora austriaca Cornelia Maria Eiter publicaba tras un viaje previo del Instituto de Filolofía Románica de la Universidad de Viena a Ceuta una tesis sobre la realidad de la ciudad autónoma en el arte y la cultura.
Tuve el placer de colaborar con la investigadora en este trabajo a través de varias conversaciones en las que, entre otros asuntos, me preguntaba sobre el reflejo de la sociedad caballa en mis coplas.
La investigadora analizó varias letras de la comparsa ‘El Quijote del Estrecho’, tres concretamente: la cuarteta del popurrí acerca de la “fosa común del Estrecho”, la presentación y la cuarteta sobre la igualdad.
En las conversaciones, me preguntó qué es para mí el arte, repondiendo que “el arte es el mejor vehículo de expresión. El más claro y al alcance del más pobre de recursos económicos. Incluso en épocas en las que la libertad estaba secuestrada por tiranos, permitía eludir la censura. Además, es la forma más agradable de hacer llegar a la gente un mensaje y que lo comprenda, incluso identificándose y emocionándose con él. El arte es tan amplio y tan poco sujeto a normas, que es universal y permite infinitas oportunidades. El arte, a diferencia de un idioma, no necesita un código para hacer llegar un mensaje. Por ello, es un vehículo de entendimiento entre personas de distintas nacionalidades que no comparten el mismo idioma. Es un elemento de cohesión social”.
Me gustaría agradecer a Cornelia Maria Eiter que haya tomado como referencia letras de carnaval para recoger ideas sobre la realidad de la ciudad autónoma, ya que considero que el carnaval es un reflejo de la sociedad en que se desarrolla. Además, coincidiendo con el objeto de su investigación, el carnaval es arte, es CULTURA, en mayúsculas.